El PSOE revalidó una mayoría que le permitirá gobernar holgadamente tras unas elecciones que afianzan el bipartidismo y que, por primera vez, en la reciente historia democrática, dejan sin grupo parlamentario a la izquierda no socialista.
El PSOE avanza en escaños y en porcentaje de votos -cerca del 44%-, aunque en menor medida que los populares -que recortan dos puntos la diferencia de 2004-, un resultado que permitirá a Rajoy -si la contestación interna no lo impide- salvar la cabeza y mantenerse como líder de la oposición.
Los socialistas se beneficiaron de un voto útil que se llevó por delante al coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, obligado a dimitir por la debacle de su formación.